Mt Gox FUD: Los ETFs de Bitcoin acaban de vender más BTC de lo que Mt Gox tiene para devolver
Las wallets de Bitcoin (BTC) vinculadas a Mt. Gox movieron aproximadamente 10.600 BTC el 17 de noviembre, rompiendo un silencio de ocho meses que había hecho que los traders olvidaran que el patrimonio aún controlaba cerca de 3 mil millones de dólares en monedas heredadas.
La transacción envió unos 10.608 BTC a una nueva dirección sin etiqueta, mientras que el resto regresó a una wallet conocida de Mt. Gox.
El momento convirtió este movimiento rutinario en un titular: Bitcoin acababa de caer por debajo de los $90.000, y la acción fue como una chispa sobre yesca seca, reavivando los temores de que las distribuciones a acreedores inundarían el mercado spot en un entorno ya debilitado.
Sin embargo, la reacción superó a la evidencia, ya que no aparecieron monedas en direcciones de depósito de exchanges. El fideicomisario anunció que no habría una nueva ola de pagos.
A finales de octubre se concedió una prórroga de un año para la fecha límite de reembolso hasta el 31 de octubre de 2026, con la revelación de que los reembolsos base, anticipados y parciales habían finalizado, pero solo para los acreedores que habían completado los pasos de elegibilidad.
Esa programación debilita la idea de que la transferencia del 17 de noviembre indique ventas inminentes. Las reorganizaciones internas de wallets han precedido a lotes de distribución anteriores, pero por sí solas no aumentan la oferta en el mercado spot.
Hasta que las monedas fluyan hacia clústeres de exchanges o las contrapartes confirmen la recepción, el movimiento se interpreta como una gestión interna del patrimonio en un plazo extendido.
Exceso restante
Las wallets rastreadas por Arkham y vinculadas al patrimonio de Mt. Gox aún mantienen alrededor de 34.689 BTC, aproximadamente 3,2 mil millones de dólares a precios actuales, tras un año de distribuciones escalonadas que comenzaron en 2024.
El fondo original de rehabilitación comprendía unos 142.000 BTC, 143.000 BCH y aproximadamente 69 mil millones de yenes en efectivo. Para marzo de 2025, unos 19.500 acreedores habían recibido algún reembolso a través de exchanges como Kraken y Bitstamp.
Queda un remanente considerable pero finito, y su ritmo de liberación sigue el progreso administrativo más que las condiciones de mercado.
La prórroga de la fecha límite es importante porque elimina la urgencia. Los acreedores que no cumplieron los plazos anteriores o no finalizaron la documentación ahora tienen un año más para resolver la logística con el exchange o custodio de su elección.
El fideicomisario opera bajo supervisión judicial, no según el timing del mercado, lo que significa que los 35.000 BTC restantes se liberarán gradualmente a medida que se resuelvan las elegibilidades, en lugar de inundar los exchanges en respuesta a la debilidad de precios.
Las distribuciones anteriores siguieron meses de movimientos silenciosos entre wallets antes de que las monedas llegaran realmente a los destinatarios, un patrón que hace que el movimiento del lunes parezca más un procedimiento que una distribución.
Por qué los mercados reaccionaron en exceso
Bitcoin cayó por debajo de los $90.000 antes de que se conociera la transferencia de Mt. Gox, presionado por los reembolsos netos de los ETF spot estadounidenses, que ya alcanzan los 3,7 mil millones de dólares en noviembre, y por un sentimiento general de aversión al riesgo.
La acción del patrimonio llegó en ese contexto, y los traders vincularon ambos hechos de manera refleja.
Mt. Gox ha condicionado a los mercados a esperar presión vendedora cada vez que sus wallets se mueven, una respuesta pavloviana construida tras años de esperar el desenlace final.
Los acreedores del patrimonio son un grupo heterogéneo: algunos han mantenido sus posiciones durante una bancarrota de una década, otros compraron reclamaciones con grandes descuentos y pueden vender inmediatamente al recibir los fondos. Al mismo tiempo, los holders a largo plazo podrían tratar las distribuciones como oportunidades de harvesting de pérdidas fiscales o de rebalanceo de portafolio.
Esa mezcla dificulta modelar el impacto en la oferta, lo que alimenta la incertidumbre y amplifica el miedo durante las caídas.
Sin embargo, la lógica que impulsó el pánico en años anteriores, de que 140.000 BTC llegarían al mercado spot de una sola vez, ya no es aplicable.
El patrimonio ya ha distribuido la mayoría de sus tenencias. Lo que queda es aproximadamente el 24% del fondo original, repartido entre acreedores con diferentes cronogramas, regido por un proceso que prioriza el cumplimiento administrativo sobre las condiciones del mercado.
El fideicomisario extendió la fecha límite precisamente porque la coordinación con exchanges y acreedores individuales lleva tiempo, no porque 35.000 BTC se vayan a vender en un solo bloque.
Qué determina el resultado
El exceso residual es real, pero su impacto depende de la velocidad y el destino.
Si los 35.000 BTC restantes van a acreedores que los depositan inmediatamente en exchanges y venden, eso equivale aproximadamente a 78 días de la emisión diaria actual de minería llegando al mercado spot.
Sin embargo, la historia muestra que los precios podrían experimentar solo una ligera fluctuación incluso en un escenario de venta total.
Si las distribuciones continúan goteando durante 12 meses, y la mitad de los destinatarios mantienen sus monedas en lugar de liquidarlas, el impacto marginal se reduce a un ruido de fondo frente a los flujos de los ETF, la producción minera y el apalancamiento offshore. La extensión del patrimonio hasta octubre de 2026 sugiere lo segundo.
El movimiento del 17 de noviembre no responde qué camino se tomará, pero tampoco prueba ventas inminentes.
La transferencia fue a una wallet sin etiqueta bajo aparente control del fideicomisario, no a Kraken, Bitstamp ni a ninguna contraparte que pudiera distribuir a los acreedores finales.
Hasta que las direcciones de depósito de exchanges se activen o el fideicomisario anuncie un nuevo lote, la actividad encaja en el patrón de reorganización interna que ha acompañado pagos anteriores: preparatoria, no distributiva.
La caída de Bitcoin por debajo de los $90.000 refleja los reembolsos de ETF, el riesgo macroeconómico y el cierre de posiciones, no la oferta de Mt. Gox. Los traders aprovecharon el movimiento de la wallet porque ofrecía una narrativa para una venta que ya estaba en curso.
Pero el calendario, el destino de la transferencia y las propias declaraciones del fideicomisario apuntan lejos de una presión inmediata. El exceso se resolverá en trimestres, no en días, y el último movimiento es una cuestión administrativa, no el disparo de salida.
El post Mt Gox FUD: Bitcoin ETFs just sold more BTC than Mt Gox has left to give back apareció primero en CryptoSlate.
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