Singularidad de liquidez: cómo la liquidación en cadena de 2 billones de dólares en bitcoin revela el fin matemático del capitalismo de libre mercado
Esto no es un ciclo, sino un proceso de transición unidireccional de un activo especulativo hacia una reserva institucional.
Autor: Shanaka Anslem Perera
Traducción: Block unicorn
Prólogo
El 21 de noviembre de 2025,hora UTC alrededor de las 4:40, el precio de bitcoin se desplomó hasta los 81.600 dólares, lo que parecía ser solo otro día de alta volatilidad en el mercado de criptomonedas. En apenas cuatro horas, posiciones apalancadas por valor de 2 billones de dólares se evaporaron. Tres días antes, el ETF de bitcoin de BlackRock registró la mayor salida de capital en un solo día de su historia, con reembolsos por 523 millones de dólares. Una ballena que poseía bitcoin desde 2011 liquidó toda su posición, valorada en 1.3 billones de dólares. Mientras tanto, El Salvador compró discretamente bitcoin por valor de 100 millones de dólares durante la caída.
Los medios financieros describieron estos eventos como sucesos no relacionados —quizá otro criptoinvierno, o tal vezuna fluctuación de mercado habitual. Pero un análisis profundo de los mecanismos durante esa ventana de cuatro horas revela algo más significativo:el 21 de noviembre de 2025 marcó la primera observación empírica de lo que denomino “Reflexividad Terminal del Mercado”—es decir, un activo alcanza tal escala que el capital privado ya no puede descubrir precios, forzando la intervención institucional permanente y cambiando fundamentalmente la naturaleza del propio mercado.
No es una conjetura. Es una ley matemática irrefutable.
La trampa del apalancamiento: coeficiente de fragilidad 10 a 1
En el evento del 21 de noviembre, hubo un fenómeno anómalo que debería preocupar a cualquiera que entienda la estructura de los mercados. Según CoinGlass y varias plataformas agregadoras de exchanges, aproximadamente 1.9 billones de dólares en posiciones fueron liquidadas en 24 horas, de las cuales el 89% eran posiciones largas. Sin embargo, la salida neta real de capital —medida por la presión de venta en el mercado spot y los reembolsos de ETF— fue de solo unos 200 millones de dólares.
Una salida de 200 millones de dólares provocó liquidaciones forzadas por 2 billones de dólares. Esto equivale a un apalancamiento de 10 a 1.
Esta proporción indica que el 90% de la aparente “profundidad de mercado” de bitcoin está construida por instituciones apalancadas, y solo el 10% es capital real. La implicación es grave: la capitalización de mercado de bitcoin, de 1.6 trillones de dólares, se asienta sobre una base extremadamente susceptible a los flujos de capital, flujos que en mercados tradicionales apenas tendrían impacto.
En comparación, durante la crisis financiera de 2008, la quiebra de Lehman Brothers (una institución con una capitalización de 600 mil millones de dólares) desencadenó una reacción en cadena debido a la interconexión sistémica. Bitcoin acaba de demostrar que una venta de 200 millones de dólares puede provocar liquidaciones forzadas diez veces mayores. El sistema muestra una fragilidad mayor a una escala mucho menor.
Los datos de derivados confirman esta debilidad estructural. El interés abierto en futuros y contratos perpetuos de bitcoin cayó de 94 mil millones de dólares en octubre a 68 mil millones a finales de noviembre, una caída del 28%. Esto no es una reducción de apalancamiento por gestión de riesgos, sino una destrucción permanente de la capacidad de apalancamiento. Cada liquidación en cadena no solo elimina posiciones, sino que destruye la infraestructura para reconstruir el apalancamiento.
Esto crea una trampa matemática ineludible. La especulación necesita volatilidad para generar beneficios. Pero la volatilidad provoca liquidaciones, destruyendo la capacidad de apalancamiento y reduciendo el capital disponible para amortiguar la volatilidad. Por tanto,el sistema no puede estabilizarse en ningún estado de equilibrio especulativo.
El colapso del carry trade del yen: el acoplamiento sistémico oculto de bitcoin
La caída del mercado cripto en noviembre no fue causada por factores internos del mercado de criptomonedas. El 18 de noviembre, el gobierno japonés anunció un paquete de estímulo económico de 17 billones de yenes (unos 110 mil millones de dólares). Según los manuales de economía, un estímulo así debería reducir los rendimientos de los bonos al señalar crecimiento futuro. Sin embargo, el mercado japonés reaccionó de forma opuesta.
El rendimiento del bono japonés a 10 años subió al 1.82%, un aumento interanual de 70 puntos básicos. El bono a 40 años alcanzó el 3.697%, el nivel más alto desde su emisión en 2007. El mercado de bonos envió una señal clara: los inversores ya no creen en la sostenibilidad de la deuda soberana japonesa, que ya alcanza el 250% del PIB y cuyos intereses representan el 23% de los ingresos fiscales anuales.
Esto es crucial para bitcoin porque el carry trade del yen —pedir prestado yenes a tasas cercanas a cero para invertir en activos globales de mayor rendimiento— tiene un impacto enorme. Wellington Management estima que el tamaño global de estas operaciones es de unos 20 trillones de dólares. Con el aumento de los rendimientos de los bonos japoneses, el yen se fortalece (Wellington prevé una apreciación del 4% al 8% en los próximos seis meses), lo que eleva el coste de los préstamos en yenes. Esto obliga a los inversores a vender activos de riesgo denominados en dólares.
El análisis histórico muestra que el cierre de carry trades en yenes tiene una correlación de 0.55 con las caídas del S&P 500. El 21 de noviembre, bitcoin cayó un 10.9%, el S&P 500 un 1.56% y el Nasdaq un 2.15%, todo en el mismo día. Bitcoin no sufrió un evento propio del mundo cripto, sino que fue impactado por un shock de liquidez global transmitido a través de la cadena de apalancamiento del yen.
Esta sincronía demuestra algo que los creadores de bitcoin nunca previeron: la primera moneda “descentralizada” del mundo ahora fluctúa al unísono con los bonos japoneses, las tecnológicas del Nasdaq y la liquidez macro global. Durante quince años, los críticos afirmaron que bitcoin estaba desconectado de la realidad económica. Los eventos de noviembre de 2025 prueban que bitcoin ya está mecánicamente integrado en el núcleo del sistema financiero global.
Esta integración es la victoria pírrica de bitcoin.
La señal Gunden: la salida de un holder de 14 años
Owen Gunden comenzó a invertir en bitcoin en 2011, cuando el precio era inferior a 10 dólares. El análisis on-chain de Arkham Intelligence muestra que acumuló unos 11.000 bitcoin, convirtiéndose en uno de los mayores holders individuales del sector. Vivió el colapso de Mt. Gox en 2014 y el criptoinvierno de 2018, cuando suposición se redujo a 209 millones de dólares, e incluso resistió tras el colapso de Terra/Luna en 2022.
El 20 de noviembre de 2025, transfirió su último lote de bitcoin (valorado en unos 230 millones de dólares) al exchange Kraken, completando la liquidación de toda su posición de 1.3 billones de dólares en bitcoin.
Un inversor que ha mantenido durante 14 años no vende por pánico.Gunden soportó caídas del 78%, de 936 millones a 209 millones de dólares, y finalmenterecuperó todo. Una caída del 10% en noviembre no sacude a alguien con esa convicción. Entonces, ¿qué cambió?
La respuesta está en la percepción de un cambio institucional. Antes de 2025, los colapsos de bitcoin se debían a eventos propios del mundo cripto: quiebras de exchanges, represión regulatoria o burbujas especulativas. Cuando el mercado cripto recuperaba la confianza, el precio de bitcoin se recuperaba. Después de noviembre de 2025, los colapsos de bitcoin se deben a factores macroeconómicos globales: cierre de carry trades en yenes, rendimientos de bonos japoneses y liquidez de bancos centrales.
Ahora, la recuperación requiere estabilidad macroeconómica, no solo una mejora del sentimiento en el mercado cripto. Y la estabilidad macroeconómica implica intervención de bancos centrales. La Fed, el Banco de Japón o el BCE deben actuar para restaurar la liquidez. El destino de bitcoin ahora depende de las mismas autoridades monetarias centralizadas que originalmente buscaba evitar.
La salida de Gunden marca su reconocimiento de este cambio institucional fundamental. Eligió salir mientras los estados soberanos y los inversores institucionales aún proporcionaban liquidez. La salida estratégica de un inversor conbitcoin durante 14 años no es una rendición, sino el reconocimiento de un cambio estructural en el mercado.
La apuesta actuarial de El Salvador: asimetría soberana
Mientras Gunden se retiraba, El Salvador entraba en el mercado de bitcoin. Durante la caída de noviembre, el país compró 1.090 bitcoin a un precio medio de unos 91.000 dólares, invirtiendo unos 100 millones de dólares. Así, su tenencia total alcanzó los 7.474 bitcoin.
La acción de El Salvador revela una asimetría notable en la forma en que distintos participantes del mercado responden a la volatilidad. Cuando bitcoin cae un 10%, los traders apalancados sufren liquidaciones forzadas; los minoristas venden por pánico; los ETF institucionales reequilibran trimestralmente; pero los estados soberanos ven una oportunidad estratégica.
La teoría de juegos lo explica. Para los estados soberanos, bitcoin no es un valor negociable, sino una reserva estratégica. Sus decisiones difieren fundamentalmente del capital privado:
Si el Estado A acumula bitcoin, el Estado B debe elegir: seguir acumulando o aceptar una desventaja estratégica en un activo de reserva no inflacionario y de suministro fijo. Si el Estado A vende bitcoin, debilita su posición estratégica y su competidor puede acumular a menor precio.
La estrategia dominante es clara: acumular continuamente y nunca vender. Esto genera una presión de precios unidireccional, independiente de la volatilidad o valoraciones a corto plazo.
Esta asimetría tiene un impacto sorprendente en la estructura del mercado. El Salvador invirtió 100 millones de dólares, apenas el 0.35% del presupuesto operativo diario del Tesoro de EE. UU. Sin embargo, este capital proporcionó un soporte de precios clave durante las liquidaciones en cadena. Si un pequeño país centroamericano puede influir en el suelo del precio de bitcoin con tan poco capital, ¿qué ocurrirá cuando los grandes fondos soberanos reconozcan la misma dinámica?
El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita gestiona 925 mil millones de dólares, el Fondo de Pensiones Global de Noruega tiene 1.7 trillones de dólares y la Administración Estatal de Divisas de China controla 3.2 trillones de dólares. Solo estas tres instituciones podrían absorber toda la capitalización de mercado de bitcoin de 1.6 trillones de dólares.
Desde una perspectiva matemática, la conclusión es inevitable: bitcoin ha alcanzado tal escala que los actores soberanospueden controlar la dinámica de precios a un coste insignificante en relación con sus balances.
Salidas de capital institucional: récord de reembolsos en BlackRock
El iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock registró el 19 de noviembre de 2025 la mayor salida de capital en un solo día desde su creación: reembolsos netos por 523 millones de dólares. El momento es clave: ocurrió dos días antes de que el precio de bitcoin tocara el mínimo local de 81.600 dólares.
En noviembre, todos los ETF de bitcoin sumaron salidas netas de 2.47 billones de dólares, de los cuales BlackRock representó el 63%. No se trata de minoristas vendiendo por pánico a través de apps, sino de decisiones de cartera meditadas por inversores institucionales.
Desde enero de 2024, el precio medio de compra de todos los ETF de bitcoin es de 90.146 dólares. Con bitcoin cotizando a 82.000 dólares, los holders de ETF tienen rendimientos negativos. Cuando los inversores institucionales enfrentan caídas de rendimiento, la presión de los informes trimestrales les obliga a reducir riesgos. Esto genera un patrón de ventas predecible, desconectado de la visión de inversión a largo plazo.
Pero aquí está la paradoja: el capital institucional proporcionó la infraestructura que permitió a bitcoin alcanzar una capitalización de 1.6 trillones de dólares. Los ETF trajeron claridad regulatoria, soluciones de custodia y acceso a mercados convencionales. Sin la participación institucional, bitcoin nunca habría superado el nicho y alcanzado la adopción masiva.
Sin embargo, el funcionamiento de este capital institucional está sujeto a restricciones que les obligan a vender en momentos de volatilidad. Los fondos de pensiones no pueden tener activos por debajo del 20% de su máximo trimestral. Los endowments tienen requisitos de liquidez. Las aseguradoras enfrentan exigencias regulatorias de capital. Estas instituciones impulsaron el crecimiento de bitcoin, pero también su inestabilidad.
No es un problema que se resuelva con “mejor educación financiera” o “brokers estrella”. Es una contradicción estructural inherente entre activos de trillones y capital sujeto a informes trimestrales.
La singularidad del colapso de la volatilidad: el final matemático
La volatilidad realizada de bitcoin a 30 días ronda el 60% (anualizada). En comparación, la volatilidad del oro es del 15%, el S&P 500 del 18% y los bonos del Tesoro de EE. UU. menos del 5%.
La alta volatilidad genera retornos especulativos. Si el precio de bitcoin fluctúa frecuentemente un 10-20%, los traders pueden obtener grandes beneficios con apalancamiento. Pero la caída del 21 de noviembre expuso la trampa: la volatilidad provoca liquidaciones, las liquidaciones destruyen la infraestructura de apalancamiento y la reducción de apalancamiento hace que cada nueva oscilación sea más violenta.
El sistema no puede mantenerse estable y suficientemente volátil para la especulación al mismo tiempo. Considere la siguiente dinámica:
Con el aumento de la volatilidad: liquidaciones en cadena se intensifican → pérdida permanente de apalancamiento → salida del capital especulativo → entrada de capital soberano → menor sensibilidad del precio a la volatilidad → caída de la volatilidad.
Con la caída de la volatilidad: la especulación deja de ser rentable → se reutiliza el apalancamiento para generar beneficios → un evento de volatilidad liquida las nuevas posiciones → vuelta al inicio.
No existe un equilibrio especulativo en este ciclo. El único estado estable es una volatilidad tan baja que el apalancamiento deja de ser rentable, forzando la salida permanente del capital especulativo.
Esta predicción matemática es verificable: para el cuarto trimestre de 2026, la volatilidad realizada de bitcoin a 30 días caerá por debajo del 25%; para el cuarto trimestre de 2028, por debajo del 15%. Este mecanismo es irreversible: cada liquidación reduce permanentemente el apalancamiento sostenible máximo, mientras que la acumulación de capital soberano eleva el suelo del precio. La brecha entre ambos se reduce hasta que la especulación desaparece por completo.
Cuando la volatilidad colapse, bitcoinse transformará de un activo especulativo en una reserva institucionalde valor. La participación minoristase extinguirá. El descubrimiento de precios pasará del mercado abierto a negociaciones bilaterales entre estados. La moneda “descentralizada” se volverá centralizada a nivel de política monetaria.
La paradoja final: el éxito es el fracaso
Bitcoin fue diseñado para resolver problemas concretos:el control monetario centralizado, el riesgo de contraparte, la inflación ilimitada y la resistencia a la censura. En estos aspectos, bitcoin ha tenido un éxito enorme. Ningún banco central puede emitir más bitcoin. Ningún gobierno puede tomar el control unilateral de la red. El límite de 21 millones sigue vigente.
Pero el éxito ha traído problemas imprevistos para sus diseñadores. Bitcoin, gracias a su legitimidad, ha atraído billones de dólares, convirtiéndose en unactivo sistémicamente importante. La importanciasistémica atrae la atención regulatoria y significa que su fracaso tendría consecuencias sistémicas.
Cuando un activo alcanza importancia sistémica, los reguladores no pueden permitir quefracase sin control. La crisis financiera de 2008 lo demostró: las instituciones “demasiado grandes para caer” recibieron protección porque su quiebra amenazaba todo el sistema.
Bitcoin ahora enfrenta la misma situación. Con una capitalización de 1.6 trillones de dólares, 420 millones de usuarios globales y presencia en ETF, fondos de pensiones y tesorerías corporativas, su escala es ineludible. La próxima crisis grave de liquidez en bitcoin no se resolverá sola. Los bancos centrales intervendrán —ya sea proporcionando liquidez para estabilizar posiciones apalancadas o mediante operaciones directas de mercado.
Esta intervención cambia fundamentalmente la naturaleza de bitcoin. Una moneda diseñada para operar al margen de la autoridad central debe depender de ella para mantener la estabilidad en tiempos de crisis. Es lo mismo que ocurrió con el oro: originalmente era dinero privado, pero tras la absorción de las reservas privadas por los gobiernos en los años 30, se convirtió en reserva de los bancos centrales.
El destino de bitcoin sigue la misma trayectoria, pero a través de la dinámica de mercado y no de la confiscación legal. El 21 de noviembre de 2025, esta tendencia comenzará a hacerse visible.
Perspectivas de futuro: tres escenarios
Escenario uno (probabilidad: 72%): transición ordenada. En los próximos 18-36 meses, más países acumulan reservas de bitcoin discretamente. A medida que el capital especulativo se retira, el capital soberano proporciona soporte sostenido y la volatilidad disminuye gradualmente. Para 2028, la volatilidad de bitcoin será similar a la del oro, con predominio de bancos centrales e instituciones. La participación minorista será mínima. El precio subirá de forma estable un 5-8% anual, en línea con la expansión monetaria. Bitcoin se convertirá finalmente en el activo que pretendía reemplazar: una reserva gestionada.
Escenario dos (probabilidad: 23%): el experimento fracasa. Otro shock sistémico —por ejemplo, el colapso total del carry trade del yen de 20 trillones de dólares— provoca liquidaciones en bitcoin que superan la capacidad de absorción de los estados. El precio cae por debajo de 50.000 dólares. El pánico regulatorio restringe la tenencia institucional. Bitcoin vuelve a un nicho. El sueño de una moneda descentralizada no termina por prohibición estatal,sino por la imposibilidad matemática de la estabilidad a gran escala.
Escenario tres (probabilidad: 5%): avance tecnológico. Soluciones de segunda capa (como una Lightning Network escalada exponencialmente) permiten que bitcoin funcione como moneda transaccional y no solo como reserva de valor. Esto genera demanda natural ajena a la especulación financiera, proporcionando un nuevo soporte de precios. Bitcoin realiza su visión original de efectivo electrónico peer-to-peer.
Según las tendencias actuales y la experiencia histórica, el primer escenario —transición ordenada a reserva soberana— parece el más probable.
Conclusión: la singularidad de la liquidez
El 21 de noviembre de 2025expuso un umbral fundamental. Bitcoin cruzó la “singularidad de la liquidez”: la capitalización del activo superó la capacidad del capital privado para descubrir precios, forzando el soporte permanente de capital institucional/soberano.
Las leyes matemáticas son implacables. Una salida de 200 millones de dólares provocó liquidaciones por 2 billones. El coeficiente de fragilidad 10:1 indica que el 90% de la profundidad de mercado de bitcoin es apalancamiento, no capital. Con el colapso del apalancamiento, la especulación deja de ser rentable. A medida que la especulación disminuye, entra el capital soberano. A medida que se acumula capital soberano, el suelo del precio sube. A medida que sube el suelo, la volatilidad cae. A medida que cae la volatilidad, la especulación se vuelve imposible.
No es un ciclo, sino una transición unidireccional de activo especulativo a reserva institucional. Este proceso es irreversible.
Durante dieciséis años, losdefensores de bitcoin afirmaron que liberaría a la humanidad del control financiero centralizado. Los críticos decían que colapsaría por sus propias contradicciones. Ambos estaban equivocados.
Bitcoin ha tenido tanto éxito en convertirse en un activo legítimo de billones, que ahora necesitalas instituciones centralizadas que pretendía evitar para sobrevivir. El éxito no trajo libertad ni colapso, sino absorción por el sistema existente.
Esta absorción se hizo visible el 21 de noviembre de 2025. Mientras los traders miraban los gráficos minuto a minuto, las finanzas soberanas completaron silenciosamente la transformación más discreta de la historia monetaria. La teoría matemática predice lo que viene: bitcoin pasará de ser una tecnología revolucionaria a otra herramienta de gobernanza estatal.
La singularidad de la liquidez no está por llegar, yaha llegado.
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