El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el magnate Elon Musk, podría fijar su próximo objetivo en Fort Knox, la instalación donde se almacena aproximadamente la mitad de las reservas de oro de Estados Unidos. Esta iniciativa surge en un contexto de creciente escepticismo sobre la real existencia de dichas reservas, lo que ha avivado llamados a una auditoría más transparente.
Acceder a estas reservas es sumamente complicado, lo que explica la escasez de auditorías oficiales. La última visita documentada al recinto tuvo lugar en 2017, cuando el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, supervisó una inspección. Antes de ese evento, la anterior visita registrada se remonta a 1974.
Según el Departamento del Tesoro, Fort Knox alberga 147.3 millones de onzas de oro, con un valor de 425.000 millones de dólares a precios de mercado actuales. Sin embargo, algunos expertos cuestionan la veracidad de estas cifras y exigen una auditoría profunda.
El simple hecho de que Musk mencionara el tema en X desató una ola de reacciones entre políticos y analistas. En respuesta a un comentario de un seguidor sobre la posibilidad de que DOGE audite las reservas, Musk sugirió que estas deberían recibir auditorías anuales.
Poco después, el senador Rand Paul intervino para aclarar que no es el caso, enfatizando que Fort Knox es uno de los sitios más restringidos del mundo y que ninguna persona individual conoce completamente el acceso a sus reservas.
DOGE y Elon Musk evalúan actualizar las reservas con Bitcoin
La falta de transparencia en torno a las reservas de oro de Fort Knox también ha llamado la atención de la senadora Cynthia Lummis, conocida por su postura pro-cripto. A través de X, le escribió a Musk sugiriendo que Bitcoin es la solución.
«Es hora de deshacernos del oro y reemplazarlo con Bitcoin», afirmó Lummis, argumentando que esto permitiría auditorías en tiempo real y mayor transparencia para los ciudadanos.
Musk respondió con un emoji pensativo, lo que muchos interpretaron como una señal de que está considerando la idea. La propuesta de Lummis es radical, pues implicaría que el gobierno de Estados Unidos liquide sus reservas en oro y adopte Bitcoin como alternativa.
«Con Bitcoin, las auditorías pueden realizarse con una computadora básica. Es hora de actualizar nuestras reservas», enfatizó Lummis.
Las inconsistencias en las reservas de oro han generado aún más dudas. La Casa de la Moneda de EE. UU. (US Mint) afirma que Fort Knox contiene 147.3 millones de onzas de oro, pero el gobierno valora cada onza en 42,22 dólares, lo que situaría el valor total en apenas 6.200 millones de dólares.
No obstante, el valor real del oro en el mercado ronda los 2.900 dólares por onza, lo que elevaría el valor total a 425.000 millones de dólares. Esta brecha despierta sospechas y podría ser suficiente para impulsar a Musk y su DOGE no solo a exigir una auditoría, sino también a recomendar medidas para mejorar la transparencia.
Por ahora, tal como sugiere Lummis, en términos de transparencia para los ciudadanos, la mejor alternativa sigue siendo Bitcoin.
