La presión sobre Bitcoin aumenta: se compra más de lo que se mina

Durante años, la narrativa fue sencilla: cuando el saldo de Bitcoin en los exchanges disminuye, se aproxima un «shock de oferta». Esa frase, repetida hasta el cansancio, terminó convertida en un meme. Pero eso no significa que no exista presión real sobre la oferta. Solo que está ocurriendo en un lugar distinto.

Según datos recientes de Glassnode, el cambio en el suministro acumulado por los holders de largo plazo -usuarios que almacenan sus BTC sin moverlos por al menos 155 días- supera ampliamente la emisión mensual que generan los mineros.

Este fenómeno, que lleva meses gestándose, ha alcanzado una intensidad inusual en 2025. En otras palabras, la cantidad de nuevos bitcoins que entra en circulación no logra compensar la demanda de acumulación de quienes no están interesados en vender.

La gráfica lo muestra sin rodeos: mientras la emisión mensual (zonas naranjas) se mantiene estable, la acumulación neta de los holders (barras violetas) ha crecido hasta eclipsarla por completo. Se trata de un desequilibrio estructural. Uno que no se refleja en los titulares ni en la volatilidad diaria, pero que va condicionando silenciosamente la dinámica del mercado.

El suministro comprometido

Esto no significa que el precio subirá mañana. Pero sí implica que el ecosistema se está vaciando de liquidez real. El BTC nuevo ya está comprometido antes de tocar mercado. Y lo que queda disponible está en manos de inversores menos dispuestos a vender.

La diferencia respecto a ciclos anteriores es clave: ya no se trata de traders esperando un repunte. Se trata de una cohorte de usuarios con alta convicción, que entienden a Bitcoin como una reserva de valor y actúan en consecuencia. Este comportamiento, sostenido en el tiempo, transforma la estructura del mercado desde dentro.

No es una burbuja, ni un eufemismo. Es escasez. Pero escasez encubierta por la aparente tranquilidad de los precios. El mercado aún no lo ha procesado del todo. Pero cuando lo haga, la reacción será desproporcionada.

El suministro ya no es el que era. Y el precio, tarde o temprano, tomará nota.

–Nodeor