Google está aflojando su control sobre la forma en que las aplicaciones Android generan dinero en Europa después de años de quejas de los desarrolladores y una creciente presión de los reguladores en Bruselas.
Según Bloomberg, el gigante tecnológico habría dicho este martes 19 de agosto que permitirá a los creadores de aplicaciones enviar a los usuarios directamente a sitios web externos para pagar suscripciones, actualizaciones y otras compras digitales, algo que hasta ahora estaba en gran medida bloqueado.
El cambio tiene como objetivo cumplir con la Ley de Mercados Digitales de la UE (DMA), que amenaza con multas de miles de millones de dólares para las empresas que mantengan un control demasiado estricto de sus plataformas.
Para los consumidores, esto podría significar, con el tiempo, aplicaciones más económicas y más opciones de pago. Para los desarrolladores, les abre la puerta a quedarse con una mayor parte de sus ganancias.
Los desarrolladores tienen más margen de maniobra
Hasta ahora, los desarrolladores de Play Store se veían obligados, en su mayoría, a utilizar el sistema de pago dentro de la aplicación de Google, entregando hasta el 30% de cada transacción.
El sistema propuesto , denominado Programa de Ofertas Externas, permite a los desarrolladores guiar a los usuarios fuera del proceso de compra de Play Store para realizar compras. Google también reduce su comisión de adquisición del primer año del 10 % al 3 %, manteniendo un sistema de comisiones escalonadas para cubrir los costes de seguridad y plataforma.
Clare Kelly, asesora principal de competencia de Google, insistió en que la compañía mantiene su compromiso con la protección de los usuarios. «Alejar a los consumidores del entorno protegido de la tienda crea graves riesgos de seguridad», afirmó. «Pero queremos ofrecer a los desarrolladores más flexibilidad y opciones».
Bruselas no se rinde
En marzo, la Comisión Europea acusó a Google de violar la DMA al restringir la forma en que los desarrolladores podían dirigir a los usuarios a ofertas más baratas fuera de Play y al dar una preferencia injusta a sus propios servicios en los resultados de búsqueda.
La DMA , vigente desde 2023, es el intento de Europa de reducir el tamaño de las grandes tecnológicas. Se aplica a empresas como Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft, prohibiéndoles la autopreferencia y obligándolas a abrir sus plataformas a la competencia. Las sanciones pueden alcanzar hasta el 10% de los ingresos globales de una empresa y el doble para los infractores reincidentes.
Apple y Meta ya han recibido multas de 500 y 200 millones de euros, respectivamente. La propia Google ha desembolsado más de 8.000 millones de euros en sanciones antimonopolio de la UE durante la última década.
Un equilibrio delicado
Google lleva mucho tiempo argumentando que eludir su sistema de pagos podría exponer a los consumidores a fraudes, phishing y aplicaciones maliciosas. Investigadoresdent coinciden en que el riesgo es real, pero algunos afirman que Google también ha exagerado la amenaza para defender su lucrativa estructura de comisiones.
Los próximos pasos dependerán de la respuesta de la Comisión.
Si los reguladores consideran que las nuevas medidas de Google son insuficientes, la compañía podría tener que volver a empezar desde cero o enfrentarse a nuevos cargos y sanciones en virtud de la DMA. De aceptarse, los cambios supondrían una de las renovaciones más significativas de la Play Store desde su lanzamiento.
Mientras tanto, Google se mueve sobre una delgada línea. Aceptar el reglamento de la UE mantiene intacto su negocio de Play Store, pero cada concesión socava el control y las fuentes de ingresos que antes daba por sentados.
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