¿El mínimo de 7 semanas de Bitcoin: un punto de entrada estratégico en medio de la turbulencia macroeconómica?
- El mínimo de 7 semanas de Bitcoin en $111,000 en agosto de 2025 fue provocado por una cascada de liquidaciones en futuros perpetuos y una venta masiva de ballenas de $2.7B, en medio de la fragmentación de la política de la Fed y riesgos políticos. - Los ETF muestran un papel dual: IBIT de BlackRock registró entradas de $579M y luego salidas de $615M, aunque la demanda institucional sigue siendo fuerte con $65B en ETF spot de Bitcoin en EE.UU. para el segundo trimestre de 2025. - La confianza institucional contrasta con la fragilidad minorista: los holders de nivel medio aumentaron su participación de BTC al 23.07%, mientras que los holders de corto plazo perdieron entre el 30% y el 38% de las posiciones UTXO de 18 meses. - Dominio de Bitcoin...
El reciente mínimo de 7 semanas en el precio de Bitcoin, cayendo a $111,000 a principios de agosto de 2025, ha reavivado los debates sobre su papel como cobertura macroeconómica y la sostenibilidad de su mercado alcista. Esta corrección, provocada por una cascada repentina en los perpetuos y una venta masiva de $2.7 billions por parte de una ballena, ocurrió en un contexto de fragmentación en la política de la Reserva Federal y turbulencia política. Para evaluar si esta caída representa un punto de entrada estratégico, debemos analizar la interacción entre la demanda estructural, el comportamiento institucional y los riesgos macroeconómicos.
Demanda estructural: los ETFs como arma de doble filo
El panorama de los ETFs de Bitcoin se ha convertido en una característica definitoria de su estructura de mercado. En agosto, las entradas y salidas de capital fluctuaron salvajemente, reflejando la cautela y el oportunismo institucional. El 8 de agosto, las entradas alcanzaron los $579.1 millones, impulsadas por IBIT de BlackRock ($480.4 millones) y FBTC de Fidelity ($130 millones). Sin embargo, a mediados de agosto, las salidas revirtieron la tendencia, con IBIT perdiendo $615 millones en una sola semana. Esta volatilidad subraya una verdad crítica: los ETFs están amplificando las oscilaciones de precio de Bitcoin, no estabilizándolas.
Sin embargo, la demanda estructural de los ETFs sigue siendo sólida. Para el segundo trimestre de 2025, los ETFs spot de Bitcoin en EE.UU. habían acumulado $65 billions en activos bajo gestión, con IBIT solo poseyendo el 3% del suministro total de Bitcoin. Los inversores institucionales, incluyendo MicroStrategy y BlackRock, continúan tratando a Bitcoin como un activo central, acumulando durante las caídas. Por ejemplo, BlackRock sumó $750 millones en Bitcoin y Ethereum a sus ETFs en dos días, mientras que la tesorería de BTC de $71 billions de MicroStrategy reforzó su postura alcista. Estas acciones sugieren que el caso alcista impulsado por los ETFs está lejos de romperse, incluso cuando persiste la volatilidad a corto plazo.
Riesgos políticos: fragmentación de la Fed y erosión de la certeza política
Las divisiones internas de la Reserva Federal han creado una mezcla tóxica de incertidumbre. En julio de 2025, los votos disidentes del FOMC pusieron de manifiesto desacuerdos profundos sobre la inflación y las señales del mercado laboral, mientras que el despido de la gobernadora Lisa Cook por parte del presidente Trump intensificó los temores de interferencia política en la política monetaria. Esta fragmentación ha distorsionado los flujos de capital, con Bitcoin actuando como un proxy de las ansiedades económicas más amplias.
El atractivo de Bitcoin como cobertura macroeconómica se basa en su correlación inversa con la tasa de política de la Fed (-0.65) y su vínculo positivo con las acciones estadounidenses (0.76). Sin embargo, la incertidumbre política prolongada corre el riesgo de debilitar esta cobertura. Por ejemplo, el giro moderado retrasado de la Fed—proyectando solo 100 puntos básicos de recortes de tasas para finales de 2026—contrasta con las expectativas del mercado de una relajación más agresiva. Este desajuste ha creado un escenario de “alto por mucho tiempo”, donde la incertidumbre prolongada amplifica la volatilidad y distorsiona el apetito por el riesgo.
Patrones de compra en caídas: confianza institucional vs. fragilidad minorista
La caída de agosto reveló una marcada divergencia entre el comportamiento institucional y minorista. Los inversores institucionales, incluidos los holders de nivel medio (billeteras con 100–1,000 BTC), aumentaron su participación en el suministro total al 23.07%, mientras que los holders a largo plazo (LTHs) aseguraron Bitcoin a través de métricas de Value Days Destroyed (VDD). Los datos on-chain también mostraron un Whale Accumulation Score de 0.90—niveles vistos por última vez durante el mercado alcista de 2019—lo que indica acumulación estratégica por parte de grandes jugadores.
Sin embargo, los inversores minoristas enfrentaron una realidad diferente. Los holders a corto plazo (STHs) vieron los buckets de UTXO para posiciones mantenidas menos de 18 meses reducirse entre un 30% y 38%, con el bucket de “1–3 Meses” cayendo de 18.6 millones a 11.4 millones. Los mercados de derivados reflejaron esta fragilidad: $900 millones en liquidaciones en agosto, con el 90% siendo posiciones largas, señalaron un cambio bajista en el sentimiento minorista. La relación de compra/venta de takers cayó a su nivel más bajo desde noviembre de 2021, subrayando una fuerte presión vendedora.
Debilidad de altcoins y consolidación del dominio de Bitcoin
Si bien la demanda estructural de Bitcoin permanece intacta, las altcoins han luchado por recuperar impulso. Ethereum (ETH) cerró el segundo trimestre en $2,488, un 36.4% por encima de su apertura del trimestre pero aún por debajo de su máximo de 2025 de $3,337. El mercado más amplio de altcoins, representado por la categoría “Others”, vio su dominio reducirse al 13.7%, reflejando una consolidación de capital alrededor de BTC. Los exchanges descentralizados (DEXs) ganaron tracción, con volúmenes de trading spot alcanzando un máximo histórico, pero este crecimiento no se tradujo en una recuperación de las altcoins.
Esta divergencia resalta la posición única de Bitcoin como cobertura macroeconómica. Mientras las altcoins enfrentan desafíos por la incertidumbre regulatoria y la adopción fragmentada, las restricciones de suministro post-halving de Bitcoin y la claridad regulatoria (por ejemplo, la guía de la SEC sobre staking) han reforzado su papel como reserva de valor. Las asignaciones institucionales a activos vinculados a Bitcoin ahora superan el 59% de las carteras institucionales, consolidando aún más su dominio.
El camino a seguir: ¿entrada estratégica o corrección más profunda?
El nivel de soporte de $111,000 de Bitcoin se ha convertido en un punto de inflexión crítico. Una ruptura clara por debajo de este umbral podría poner a prueba la zona media de los $100Ks, mientras que una recuperación por encima de $117K–$120K señalaría la reanudación de la tendencia alcista. La media móvil de 200 días ($108K) y el evento de halving de 2025 (restricción de suministro) proporcionan un piso, pero los riesgos macroeconómicos—como los aranceles de la era Trump y la inestabilidad de la Fed—siguen siendo vientos en contra.
Para los inversores, la caída presenta una oportunidad matizada. Las estrategias de dollar-cost averaging (DCA) en días rojos se alinean con la tendencia alcista de varios trimestres, mientras que las entradas tácticas en el soporte de $110K o la resistencia de $117K–$120K podrían capitalizar la acumulación institucional. Sin embargo, el tamaño de la posición y la gestión del riesgo son fundamentales, dadas las condiciones de sobrecompra (RSI 60–73) y las incertidumbres regulatorias (por ejemplo, la pendiente CLARITY Act).
Conclusión: equilibrando fundamentos alcistas con riesgos macroeconómicos
El mínimo de 7 semanas de Bitcoin es una prueba de su demanda estructural y atractivo como cobertura macroeconómica. Si bien las entradas a ETFs, la acumulación institucional y la dinámica post-halving respaldan un caso alcista a largo plazo, la fragmentación de la Fed y los riesgos políticos introducen volatilidad. Los inversores deben navegar esta dualidad cubriéndose con TIPS u oro, diversificando geográficamente y manteniendo una asignación del 1–2% a ETFs de Bitcoin como IBIT.
La conclusión clave es clara: el papel de Bitcoin como cobertura macroeconómica está evolucionando, pero su demanda estructural sigue siendo resiliente. Para quienes tienen un horizonte de varios años, la caída actual ofrece un punto de entrada disciplinado—siempre que permanezcan atentos a los riesgos de condiciones de sobrecompra y la incertidumbre impulsada por la política.
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.
También te puede gustar
Golden Ten Data Exclusivo: Informe completo del IPC de EE.UU. de agosto
El IPC de EE.UU. de agosto aumentó un 0,4% mensual y subió al 2,9% interanual, siendo la vivienda y los alimentos los principales impulsores, lo que genera nuevamente presión inflacionaria. A continuación, el informe completo.

Algorand (ALGO) podría superar los $0,26 o retroceder a $0,22 a medida que cambia el impulso

El IPC de EE.UU. subió un 0,4% en agosto, más rápido de lo esperado; la tasa subyacente en línea
En tendencia
MásPrecios de las criptos
Más








