Los inversores se preparan para el veredicto de la Fed sobre el recorte de tasas
Este miércoles 17 de septiembre, se espera que el banco central de Estados Unidos reduzca su tasa de interés clave en 25 puntos básicos. Una decisión que ya ha sido descontada por los mercados, pero que está lejos de ser trivial, ya que la inflación sigue por encima del objetivo y el empleo se desacelera. Detrás de este cambio monetario, los inversores buscan una señal. ¿Choque temporal o catalizador para un nuevo ciclo? Desde bitcoin hasta el oro, pasando por Wall Street, todos los activos están atentos al veredicto de Jerome Powell.

En resumen
- La Fed se prepara para una reducción de 25 puntos básicos en su tasa de interés clave el 17 de septiembre.
- La inflación sigue por encima del objetivo, mientras que el mercado laboral muestra señales de desaceleración.
- Los mercados financieros ya anticipan esta decisión, con riesgo de volatilidad a corto plazo.
- Bitcoin, el oro y los índices bursátiles podrían beneficiarse de un apoyo sostenido si la política monetaria se vuelve más acomodaticia.
Señales económicas contrastantes antes de la decisión
Mientras el BCE congela las tasas en 2%, los últimos indicadores económicos ofrecen un panorama matizado antes de la reunión de la Fed:
- Inflación: el Índice de Precios al Consumidor subió un 0,4% en agosto, llevando la inflación anual al 2,9%. El IPC subyacente, excluyendo alimentos y energía, aumentó un 0,3%;
- Precio al productor: el PPI cayó un 0,1% en agosto pero sigue subiendo un 2,6% interanual, mientras que el PPI subyacente sube un 2,8%;
- Mercado laboral: solo se crearon 22.000 empleos no agrícolas en agosto, una desaceleración marcada, mientras que la tasa de desempleo se mantuvo estable en 4,3%;
- Rendimientos de bonos: los rendimientos a 2 años rondan el 3,56%, en comparación con el 4,07% a 10 años, manteniendo una curva ligeramente invertida.
Estos elementos reflejan la complejidad del momento: inflación persistente, un mercado laboral perdiendo impulso y una dinámica de bonos que sigue señalando cierta fragilidad económica. La Fed debe equilibrar la necesidad de apoyar la actividad con el riesgo de reavivar presiones inflacionarias.
Bitcoin, oro y acciones puestos a prueba por una nueva fase monetaria
Más allá de las cifras macroeconómicas, los inversores ya observan las consecuencias concretas de una flexibilización monetaria. De hecho, bitcoin cotiza actualmente alrededor de 115.880 dólares, por debajo de su pico de agosto cercano a los 124.000 dólares.
El oro, el refugio por excelencia, se mantiene cerca de sus récords en 3.643 dólares la onza, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq cotizan en niveles históricos, impulsados por las expectativas de una baja de tasas. Los activos de riesgo como bitcoin y las acciones podrían beneficiarse de un apoyo sostenido si la política monetaria se vuelve más acomodaticia.
Además, la probabilidad de una flexibilización ya está descontada en un 93% por los mercados a través de contratos de futuros. Una reacción decepcionante podría provocar una corrección rápida antes de que se sientan los efectos de una política más laxa. Para los inversores, el corto plazo puede significar volatilidad, mientras que las perspectivas a largo plazo siguen orientadas hacia un entorno más favorable a la liquidez.
Entre cifras económicas mixtas y expectativas ya elevadas, la reunión del 17 de septiembre aparece como una prueba clave para la Fed. Una reducción de tasas, como defiende Christopher Waller, probable sucesor de Powell, podría brindar un apoyo duradero a los activos financieros.
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.
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