La dificultad de Bitcoin alcanza un nuevo máximo histórico: qué significa esto para los mineros

La dificultad de minería de Bitcoin ha alcanzado un nuevo máximo histórico de 142,3 billones, lo que representa un aumento del 29,6% desde principios de año.

La dificultad de minería es una medida promedio de cuántas funciones hash los mineros deben calcular para minar un bloque, y una cifra en aumento indica que la minería se está volviendo cada vez más intensiva en términos computacionales.

La dificultad se recalibra cada 2.016 bloques para asegurar un tiempo de bloque de diez minutos, adaptándose a cualquier aumento (o disminución) en la potencia de hash de la red de Bitcoin.

En consecuencia, el hashrate de Bitcoin también ha establecido un nuevo récord, alcanzando 1,09 ZH/s, o 1.090.000.000.000.000.000 hashes.

Este último hito llega apenas una semana después de que la dificultad de minería de Bitcoin alcanzara un máximo histórico de 136,04 billones.

Estos picos se consideran una señal sumamente positiva en cuanto a la salud de Bitcoin y su red, y CJ Burnett, director de ingresos de Compass Mining, le dijo a Decrypt que el ajuste de dificultad es una de las características “más elegantes y subestimadas” de Bitcoin.

“Permite que la red se recalibre a sí misma, casi haciéndola similar a un organismo vivo que se autorregula”, afirmó.

Un sector minero competitivo

Para Burnett, una medida de dificultad en aumento es señal de un sector minero saludable y competitivo.

Al igual que el halving de Bitcoin, dijo, el aumento de la dificultad “a menudo obliga a los mineros menos eficientes a desconectarse, mientras que los mineros profesionalizados con una infraestructura sólida y energía de bajo costo pueden prosperar.”

Aunque a menudo existen preocupaciones de que el aumento de la dificultad pueda hacer que la minería sea menos rentable para algunas empresas, un precio de Bitcoin alto y en aumento suele compensar cualquier incremento en los costos operativos, argumentaron los expertos.

Alex de Vries, fundador de Digiconomist, le dijo a Decrypt que las mejoras en la eficiencia del hardware pueden debilitar cualquier correlación entre la dificultad y el consumo de electricidad, manteniendo así bajos los costos para los mineros.

“A medida que nuevas generaciones de equipos de minería entran en funcionamiento, la cantidad de electricidad consumida por unidad de computación disminuye”, explicó. “Esto significa que solo existe una relación indirecta entre el hashrate y el consumo de electricidad, y técnicamente es posible que el hashrate siga aumentando mientras el consumo total de electricidad se mantiene constante.”

Los mineros siguen conectados—si los precios lo permiten

Por lo tanto, el aumento en la dificultad de Bitcoin puede no resultar en que los mineros profesionales se desconecten en el corto plazo, especialmente si el precio de Bitcoin continúa alcanzando nuevos máximos históricos, como sucedió el mes pasado.

“Existe una relación más directa entre los ingresos por minería y el consumo de electricidad, ya que el aumento de los ingresos permitirá a los mineros gastar más en electricidad sin importar la eficiencia del equipo (una mayor eficiencia simplemente significa que pueden operar más máquinas con el mismo presupuesto)”, agregó de Vries.

En términos generales, el aumento de la dificultad es una señal de cuán fuerte y segura es la red de Bitcoin, y de lo cada vez más difícil que sería llevar a cabo un temido ataque del 51%, como el que se intentó en la red de Monero el mes pasado.

“Existe una correlación muy fuerte entre la potencia de hash y la dificultad de minería”, dijo Burnett. “A medida que ambas crecen, la red se vuelve más segura y difícil de atacar.”