BitMine Immersion Technologies (BitMine) anunció que sus reservas de Ethereum ya superan el 2% del suministro total de la red, tras acumular 2.416.054 ETH.
En conjunto con otras criptomonedas, inversiones estratégicas y liquidez en efectivo, sus activos totales suman aproximadamente $11.4 mil millones. Este movimiento reafirma su ambicioso objetivo de alcanzar el 5% del suministro de ETH, lo que podría convertirlo en uno de los mayores poseedores institucionales del activo.
Composición de la cartera y respaldo institucional
Dentro del total de $11.4 mil millones en activos y efectivo, BitMine posee, además de los 2.416 millones de ETH, 192 BTC, una participación de $175 millones en Eightco Holdings y alrededor de $345 millones en efectivo libre de restricciones.
Entre los inversionistas que respaldan a BitMine figuran ARK (liderada por Cathie Wood ), MOZAYYX, Founders Fund y Bill Miller III, entre otros. Estos apoyos institucionales refuerzan la confianza en la estrategia de acumulación de ETH a largo plazo de la compañía.
BitMine ha fijado su meta estratégica denominada «alquimia del 5%», que busca llegar a controlar el 5% del suministro total de Ethereum. Alcanzar ese nivel le otorgaría una posición de gran peso relativo dentro de la red.
Implicaciones para Ethereum, riesgos y contexto de mercado
Que BitMine tenga más del 2% del suministro de ETH representa varias implicaciones para el ecosistema. Por un lado, refuerza la narrativa de Ethereum como activo de reserva institucional, más allá de su utilidad en smart contracts, DeFi y otras aplicaciones.
Esto puede generar presión alcista en el precio, pero también plantea debates sobre la concentración de suministro y la influencia que un solo actor pueda ejercer sobre el mercado.
Desde la perspectiva de precio, acumular ETH a este ritmo podría elevar las expectativas de apreciación, especialmente si la oferta circulante se percibe limitada. Sin embargo, persisten riesgos como volatilidad, cambios regulatorios, competencia con otras blockchains y posibles transformaciones tecnológicas que afecten su posicionamiento.
También existe un riesgo financiero: la estrategia demanda un alto capital, considerando que ETH no genera intereses de forma directa, mientras la liquidez de BitMine continúa bajo observación.
La llamada «alquimia del 5%» dependerá de que la empresa mantenga respaldo institucional y capacidad de captar recursos sin provocar tensiones regulatorias o legales.
Hacia una era de reservas institucionales de ETH
El anuncio de BitMine refleja un cambio en la percepción de Ethereum: ya no solo se lo ve como infraestructura tecnológica, sino también como un activo acumulable en estrategias de tesorería corporativa.
Si logra su objetivo del 5%, BitMine podría convertirse en un actor con influencia directa sobre el sentimiento, la liquidez y las dinámicas de oferta y demanda de ETH.
No obstante, la sostenibilidad de este plan dependerá de factores externos como la regulación, la competencia y la capacidad de la empresa de mantener transparencia, seguridad y solidez financiera. De concretarse, marcaría un hito en la consolidación de Ethereum como activo institucional.