- Los valores europeos de infraestructuras crecerán un 23% en 2025, eclipsando el rendimiento de la tecnología estadounidense, impulsados por el enorme consumo de energía de la IA.
- Los cambios geopolíticos y las necesidades energéticas de la IA impulsan las infraestructuras europeas, aunque la liquidez y la regulación presentan posibles obstáculos.
Las acciones de empresas que proporcionan infraestructuras esenciales de energía y datos están superando a los valores tecnológicos tradicionales. Una cuidada selección de empresas europeas, como Siemens Energy, National Grid y Prysmian, ha logrado mayores ganancias porcentuales en 2025 que destacadas corporaciones tecnológicas estadounidenses.
Este grupo ha avanzado colectivamente un 23%, una subida que eclipsa la rentabilidad del 12% del índice Stoxx Europe 600 y el comportamiento del Nasdaq 100. El Stoxx 600 Technology Index, por el contrario, ha crecido sólo un 6,7%.
Esta tendencia se ve impulsada por la considerable demanda de electricidad de los sistemas avanzados de IA. Helen Jewell, de BlackRock , señaló que la historia de la IA en Europa se centra en la infraestructura eléctrica y la estabilidad de la red, más que en el software. Siemens Energy AG encarna este cambio, y sus acciones han subido un 111%.
Un gestor de fondos de Ninety One describió la empresa como fundamental para canalizar la energía a los centros de datos. Prysmian SpA, fabricante de cables para la transmisión de electricidad y datos, ha visto subir sus acciones un 41%.
Legrand SA, fabricante francés de equipos eléctricos, ha disfrutado de una subida de sus acciones del 52%. Los centros de datos aportan ahora cerca del 20% de sus ingresos totales. El operador de telecomunicaciones Orange SA está ampliando su cartera de centros de datos preparados para la IA más allá de los 70 que opera actualmente.
Nokia Oyj, uno de los principales proveedores de conmutadores de red, participa activamente en la construcción de estas infraestructuras. Según los analistas de Morgan Stanley, la empresa podría añadir 300 millones de euros a sus ingresos de 2026 procedentes de este segmento.
La preferencia geopolítica por los proveedores europeos supone un viento de cola para estos mercados industriales. No obstante, los inversores se enfrentan a obstáculos como la limitada liquidez de las acciones y las posibles medidas reguladoras relativas al consumo energético de la IA. Al mismo tiempo, Nvidia está estableciendo nuevos centros tecnológicos en Europa.