El cofundador de Aevo critica duramente a la industria: "Perdí 8 años de mi vida en Crypto"

Título original: I Wasted 8 Years of My Life in Crypto

Autor original: Ken Chan, cofundador de Aevo

Traducción: Azuma, Odaily

Nota del editor: Este fin de semana, un artículo escrito por Ken Chan (@kenchangh), cofundador y CTO de Aevo, se volvió viral en redes internacionales. El título del artículo es “Desperdicié 8 años de mi vida en cripto” (I Wasted 8 Years of My Life in Crypto).

La postura de Ken Chan en el artículo es sumamente pesimista; considera que la industria ha perdido su idealismo y se ha transformado en el casino más grande y concurrido de la historia humana, y siente repulsión por haber contribuido a este casino. Aunque no compartimos la opinión de Ken Chan y, tras la viralización del artículo, muchos profesionales del sector han salido a rebatirlo, objetivamente su relato sí expone problemas profundos como la confusión de creencias y el colapso de valores que atraviesa actualmente la industria.

A continuación, el texto original de Ken Chan, traducido por Odaily.

La motivación inicial

Cuando era adolescente, ya tenía una fuerte motivación política. De todos los libros que me volvieron cada vez más radical, los que más me impactaron fueron las obras de Ayn Rand (como “El Manantial”, “La rebelión de Atlas”). En 2016, aún era un libertario lleno de esperanzas, incluso llegué a donar a Gary Johnson. Además de mi firme creencia en las ideas de Rand, también me gustaba la programación, por lo que las criptomonedas fueron un destino natural para mí. El espíritu cypherpunk me atraía. La idea de bitcoin como banco de riqueza privada me fascinaba: poder llevar mil millones de dólares en la cabeza y cruzar fronteras siempre me pareció un concepto extremadamente poderoso.

Sin embargo, con el tiempo, sentí que perdí mi objetivo inicial en la industria cripto. Tras dedicarme a tiempo completo al sector, los atractivos cantos sobre el poder transformador de las criptomonedas se fueron apagando. Me desilusioné respecto a los usuarios objetivo y a quiénes realmente servíamos. Malinterpreté completamente quiénes eran los verdaderos usuarios de las criptomonedas y confundí la propaganda con la realidad. Las criptomonedas decían que iban a descentralizar el sistema financiero, y yo lo creí totalmente, pero en realidad, solo es un sistema de especulación y apuestas a gran escala, un espejo de la economía real.

La realidad me golpeó como un camión. No estaba construyendo un nuevo sistema financiero, estaba construyendo un casino, un casino que no se llama a sí mismo casino, pero que es el más grande, siempre online y con más participantes que nuestra generación haya creado. Una parte de mí desea al menos sentirse orgulloso de haber dedicado toda mi veintena a construir este casino, pero otra parte siente que desperdicié por completo mi juventud. Desperdicié mi vida en esto, aunque al menos, gané bastante dinero.

Fijate en lo que hacen, no en lo que dicen

Las criptomonedas son algo confuso. Por un lado, escuchás a los promotores decir que quieren reemplazar por completo el sistema financiero actual con sistemas on-chain. Yo también puedo imaginar ese mundo: donde tu cuenta bancaria solo tiene USDC o bitcoin, y podés transferir mil millones de dólares a cualquier persona en el mundo en segundos. Esa visión sigue siendo poderosa, y aún la comparto.

Pero los incentivos distorsionaron completamente el rumbo de los hechos. En la realidad, todos los participantes del mercado están felices de tirar plata para financiar el próximo supuesto “Layer 1” (Aptos, Sui, Sei, ICP, etc.). El único ganador de la guerra de Layer 1 en 2020 fue Solana, lo que generó un fuerte incentivo especulativo por el cuarto puesto (¿después de bitcoin, ethereum y Solana?), sosteniendo capitalizaciones de mercado de cientos de miles de millones de dólares.

¿Pero esto realmente nos acerca al ideal de un nuevo sistema financiero? Aunque los VC escriban artículos de cinco mil palabras para convencerte, la respuesta es no. Esto no crea un nuevo sistema, en realidad quema el dinero de todos (minoristas y VC), y hace que todos en el nuevo sistema sean más pobres.

No es solo contra Layer 1. Puedo dar innumerables ejemplos similares: DEX spot, DEX de perpetuos, mercados de predicción, plataformas de memes, etc. La competencia desenfrenada en estos sectores no genera un sistema financiero mejor. Contrario a lo que dicen los VC, no necesitamos construir casinos en Marte.

La ludificación del modelo económico

Si dijera que entré al mundo cripto sin motivación financiera, estaría mintiendo. Como lector, quizás pienses que ahora que gané suficiente plata, decido irme de la industria, ¿no es un poco hipócrita? Sí, tal vez soy hipócrita, pero quizás simplemente me repugna haber contribuido a este lodazal de financiarización y ludificación.

Normalizar el “ganar rápido a costa del otro” como un juego de suma cero no es la forma de crear riqueza a largo plazo. Parece que sí, pero no lo es. Ocho años en cripto destruyeron por completo mi capacidad de identificar modelos de negocio sostenibles. Acá no necesitás una empresa o producto exitoso para ganar plata. En esta industria hay una larga lista de tokens con alta capitalización y cero usuarios, lo cual va totalmente en contra de la lógica del mundo real. Si querés aportar valor a los clientes, y no solo apuestas + entretenimiento (que es lo que hace un casino), estos modelos de suma cero no funcionan.

Conclusión

Antes pensaba que el “nihilismo financiero” era un concepto simpático e inofensivo. Creía que no importaba seguir lanzando juegos de suma cero para la próxima generación. No tengo dudas de que bitcoin algún día llegará a 1 millón de dólares, pero eso no tiene nada que ver con los juegos financieros que está creando la industria.

Esta mentalidad de la industria es extremadamente tóxica, y creo que llevará a un colapso duradero de la movilidad social de las nuevas generaciones. Ya podés ver que está pasando, y tenemos que tener el coraje de resistir estos juegos sin sentido.

CMS Holdings dijo una vez: “¿Viniste a ganar plata o a demostrar que tenés razón?”

Esta vez, elijo demostrar que tengo razón.